La canción de la que hablaba me sorprendió desde el principio: una melodía juguetona, una voz "con impronta", una letra ligera pero con encanto y una producción casera llena de esas imperfecciones que enternecen. Vamos, una canción que podría haber sonado en "Flor de Pasión" en lo profundo de la noche. El cd que la contenía no daba muchas pistas sobre el autor de la obra; no había caja ni portada, tan sólo una foto poco esclarecedora y el título de la canción en la galleta del cd y un post-it con el supuesto nombre y dirección del artista: Mac Bielsa, Andorra (Teruel).
La búsqueda en internet no arrojó mucha luz sobre el asunto, esto reforzaba mi sensación de que "La chica de negro" era como una cápsula dando vueltas por el espacio a la espera de que alguien la encontrara en algún momento.
Olvidé el tema durante años hasta que se me ocurrió buscar a Mac Bielsa en Facebook y ¡Eureka! allí estaba. Tras pedirle amistad le expliqué la razón que me había llevado a escribirle.
Él me habló de sus comienzos como teclista del grupo H de Huevo a mediados de los ochenta junto a un ilustre de Andorra, Jesús Legua, principal impulsor del festival Easy Pop Weekend, y de la música que ha seguido grabando en su home studio desde hace décadas. Durante los últimos años está centrado en la creación de paisajes electrónicos, dejando atrás el pop más cálido como el que representa "La chica de negro".
Fuentes:
Conversaciones con Mac Bielsa